Graça Marques: el paisaje como geometría

Esta artista brasileña de Porto Alegre, reside en España desde 1986, aunque todos los años regresa a su país durante dos meses para celebrar una exposición. A mediados de los 90 se doctoró en la Facultad de Bellas Artes de Madrid con un interesante trabajo sobre los materiales pictóricos del arte contemporáneo que, entre otras muchas cosas, evidenciaba un profundo conocimiento de las vanguardias históricas y de la más relevante pinturacontemporánea española.

Cuando Graça Marques llegó a nuestro país, era ya una artista formada, en busca de una madurez cuya decantación se iba a producir entre nosotros en unos años de eclosión cultural, de convivencia de tendencias artísticas y de profundos cambios en todos los sentidos. Una etapa, sin duda, tan fogosa como ecléctica, de mil caminos abiertos y otros mil ya definitivamente agotados, pero casi todos en el retortero de la revisión, expuestos a las múltiples alquimias, recuperaciones, en mascaramientos y rescates ideológico culturalesque cada cualquiera poner sobre el tapete. Era un buen momento para una pintora que quería encontrar un lenguaje personal.

En su obra "Por una teoría de la pintura", N. Tarabukin dice que "el pintor contemporáneo se caracteriza por su especialísima veneración al material". La pintora brasileña participa de esa veneración. Primero con la arena, la piedra pómez, las cuerdas, los alambres... Más tarde vendrían los "collages" con papeles elaborados por ella misma, los cartonajes, los "materiales" de basurero: embalajes, cajas, cartones. Podríamos decir que ya desde los años 80 el "collage" presidía el que hacer la Gracia Marques de manera casi absoluta. Cuando llega a España, los soportes duros, un color más caliente y radical en sus presencias monocromáticas y una voluntad evidente de geometrismo, caracterizaron su trabajo. La presente muestra (primera individual en Madrid tras varias muestras colectivas importantes en distintas galerías de la capital) resume confidelidad el trabajo de la pintora en estos últimos años, tanto en lo referente a los planteamientos geométricos que afectan al diseño de las formas, como en los técnicos, basados fundamentalmente-te en el "collage" y la incorporación de diferentes semánticas derivadas de "cartones encontrados" de los que aprovecha letras, números, fragmentos publicitarios, referencias de marca o resortes del propio ensamble del material utilitario, convenientemente manipulado.

Atrás había quedado una obra paisajística interesante en la que sol ía aparecer una forma de ventana - dentro del habitual "cuadro ventana" del paisaje convencional que ordenaba la pintura tanto en la primera instancia de la perspectiva como en la que atiende a la profundidad visual del paisaje. Esa ventana - me dice la artista - sigue viva en su obra actual como concepto de ordenación de un esquema abstracto que estas arquitecturas o "sintaxis urbanas", como han sido llamadas en otras ocasiones, no han abandonado jamás, si bien ahora dentro de un concepto espacial distinto, de más riguroso y diferenciado alienta geométrico. Un aliento geométrico que, en sus preferencias juveniles de estudiante, Graça Marques contemplaría en los lienzos de Tarsila do Amaral, Cicero Días o Milton Dacosta por los museos de su Brasil natal.

Graça Marques está más cerca ahora de ciertos "perfumes" de El Paso o de Washington Barcala que de las anteriores referencias históricas aque hemos hecho alusión. Pero como pintora joven que es, esa vehemencia espacial suya, en proceso continuo de depuración formal y cromática, nos brindará de inmediato el alcance futuro de su que hacer, ahora apasionante como reto de una expresión personal de indudable categoría, como acaba de poner de manifiesto en su reciente exposición individual en Altea.

J. Castro Beraza
maio, 2002